Así de esa forma se fueron hacia la delegación, la cual estaba repleta de policías y detenidos que ingresaban y salían y de las personas que llegaban a entablar denuncias o a declarar. En esa situación llego Gabriel sudando y a empujones escoltado por el oficial ingreso hasta el mostrador del sargento en turno.
Sargento: - ¿Y este por que esta aquí?
Oficial: - Insulto a la Autoridad
Gabriel: - ¿Cómo? ¿Yo lo insulte? ¿Cuándo? ¿Cómo se supone que lo insulte?
Oficial: - Con tu piel negra de inmigrante latino
Todos los policías presente soltaron tremenda risa en agasajo por la salida de su compañero.
Sargento: - Bueno, llévalo dentro y fíchalo
Gabriel: - ¿Por qué? ¿Qué hice?
Oficial: - Cierra tu maldita boca y camina o te llevo arrastra
Lo llevaron a una pequeña habitación donde una mujer policía le tomo la fotografía correspondiente.
Gabriel: - ¿Podría hacer una llamada?
Mujer: - Claro que si tranquilo
Gabriel: - Al menos usted es la única que me ha tratado bien aquí
Mujer: - cálmate, no todos los que trabajamos en la delegación tenemos ese sentimiento de odio hacia los de tu clase
Gabriel: - ¿mi clase? Pero si soy estadounidense
Mujer: - aja, como quieras, simplemente te doy un consejo, no pienses en hacer escándalo y pórtate bien y te iras pronto
Luego de tomarle las huellas, lo llevaron a las celdas preventivas donde de las cinco que habían, solo dos de ellas estaban ocupadas. Las mismas estaban bien limpias y poseían catre con su respectivo colchón. Lo metieron en una de ellas contiguo en donde estaba un sujeto detenido por conducir bajo los efectos del alcohol.
Hombre: - Tenemos nueva visita muchachos, oye chico ¿Por qué estas aquí?
Gabriel: - Por mis ojos
Hombre: - ¿ah? Oyeron compadres, que este chico fue detenido por su mirada mortal
Los otros dos detenidos que compartían la otra celda soltaron una gran carcajada.
Hombre #2: - ¿Cómo le dicen? ¿La mirada del Dragón? – Y todos rieron
Hombre #3: - No, no, la verdad es que primero te hipnotiza mientras luego te lanza un beso mortal
Gabriel: - Rían todo lo que quieran, me da igual
Hombre: - Cálmate chico, solo estamos desahogándonos contigo, no te pongas así – y seguía riéndose cuando agrego – y por favor no me mires con esos ojos peligrosos.
Todos los hombres reían con buen ánimo nuevamente, al momento que llegaba el mismo oficial que detuvo a Gabriel.
Oficial: - Bien, paisa, ¿a quien debemos llamar para confirmar tu identidad?
Gabriel: - A mi madre, ella podrá corroborar que mis documentos esta en regla, sino al decano de la Universidad o al profesor Harrison, a quien le asisto en las clases de jurisprudencia penal..
Oficial: - ¿No quieres también que llame al Presidente de la República?
Hombre #3: - ¿Eso es posible? Porque yo vote por el
Hombre: - Ay cállate por favor
Oficial: - Bien te sacare un momento para que hagas tu llamada porque gente como ustedes desafortunadamente también tiene derechos.
Gabriel: - Claro la Ley Miranda
Oficial: - No te pases de listo, así que sal, que te llevare a realizar tu dichosa llamada.
Hombre #3: - Dile al Presidente que aquí tiene tres votos en prisión
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