Capitulo I.
Aquel día parecía ser prometedor para Gabriel, con todo el optimismo del mundo se levanto de la cama, se fue directamente al baño y aunque el agua estaba muy fría, eso no lo importo, pues sabia que había llegado el momento de ver todos sus sueños hechos realidad cuando tuviera que pedirle a su amor platónico fuera su novia. Desde la secundaria Jenny había conquistado su corazón y ahora que llevaban el tercer año de universidad en Leyes, en el Estado de California, ya no podía soportar mas verla de lejos, hablar con ella, mirarla a los ojos y no poder besarla en esos labios color carmesí que tanto lo volvían loco y lo mantenían sonando despierto, además de las emociones fuertes que le provocaban mientras estaba en su cama, lo cual le permitían dormir posteriormente.
Vivía solo con su viuda madre, en un suburbio de la ciudad. La casita era de dos aposentos y tanto la cocina como la sala estaban juntas en un mismo espacio y el piso de madera, le daban un cierto encanto sureño de aquellas que aun se pueden mostrar como suvenir en una postal para turistas. El chico a sus veinte anos, pensaba que todo en su vida marchaba viento en popa; el primero en su clase, presidente de la asociación de estudiantes; tocaba el piano y la guitarra, mantenía una voz excelente para el canto pero sobre todo un formidable manejo de la oratoria, con la que había ganado varios concursos desde pequeño en deletreo hasta disertaciones, todo lo cual su madre lo mantenía documentado tanto en sus álbumes como con los diversos diplomas que así lo acreditaban y con los cuales tapizaba parte de la sala con mucho orgullo.
Dona Carmen: - Papacito, ya esta listo el desayuno
Gabriel: - Si, ya voy mami
Su cuarto estaba empapelado de divas del cine norteamericano como Sandra Bullock, Angelina Jolie, Britney Spear, Paris Hilton, y con grupos musicales como The Beatles, Cold Play, Greenday, a pesar de sus raíces latinas pues su Padre era oriundo de Nicaragua y su Madre proviene de Chile, no había nada que así lo reflejara dentro de su dormitorio, pues su nacimiento en los estados unidos, lo mantenía ajeno incluso de hablar perfecto español. Su padre pasaba mas tiempo fuera viajando entre su país natal y los estados unidos, asi que su madre era quien se había dedicado completamente a su crianza y como toda progenitora era muy consentidora con el muchacho que no tenía interés alguno de saber de los problemas que pasaban los inmigrantes hispanoamericanos.
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